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La Fuensanta: faro de fe en la Natividad de la Virgen

Córdoba ha vivido en estos días una experiencia profundamente mariana con motivo de la Solemnidad de la Natividad de la Virgen, que hoy se celebra en toda la Iglesia. En nuestra ciudad, esta celebración adquiere un matiz único, pues la Virgen tiene un nombre propio: Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona de las cofradías, cercana a su pueblo y guía de sus caminos. En ella, la fe encuentra rostro y voz, y la tradición se hace encuentro vivo.

El pasado 6 de septiembre, los jóvenes de la ciudad acompañaron a la Virgen de la Fuensanta en su traslado hasta la Santa Iglesia Catedral. Fue un instante donde la devoción se convirtió en presencia y la historia del Evangelio cobró vida entre quienes la seguían, mostrando que la fe no es solo recuerdo, sino también experiencia y entrega.

Ayer, todas las hermandades se unieron en torno a la Virgen, comenzando la jornada con la Eucaristía presidida por el Excmo. Sr. Obispo de la ciudad. La celebración puso de relieve el componente evangélico de la vida de María: su fe, obediencia y servicio desde los primeros momentos de su existencia, tal como recuerda el Evangelio de Mateo (Mt 1,18-23), donde se narra que María concibió por obra del Espíritu Santo y dio a luz a Jesús, Emanuel, «Dios con nosotros».

Los días vividos junto a la Virgen de la Fuensanta han ofrecido a Córdoba la oportunidad de contemplar su ejemplo de vida y confianza en Dios. En ella, la ciudad reconoce un faro espiritual: una presencia que no se limita a la historia, sino que acompaña y guía, que da refugio y consuelo, y que invita a vivir el Evangelio en comunidad. La participación activa de las hermandades y de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba ha hecho posible que esta fe se viva de manera compartida, reforzando el sentido profundo de la celebración.

Así, la Natividad de la Virgen se convierte en Córdoba no solo en un acto de devoción, sino en un encuentro con la vida evangélica de María, y en la contemplación de la Fuensanta, que nos recuerda que Dios se hace cercano y nos invita a caminar con esperanza y confianza.